Abstract:
Las empresas extranjeras que se implantan en un nuevo país, sufren un proceso
complejo de adaptación; durante este, surgen diferencias culturales que afectan la
productividad de los empleados, aunada la forma de trabajo, normatividad y
costumbres.
Tanto los empleados extranjeros como los locales no están ajenos a los efectos
psicológicos ocasionados por el choque cultural y su consecuente pérdida de
productividad, principalmente durante la etapa de arranque de las operaciones.
Las empresas extranjeras sanas pueden tener un impacto positivo en los países
del tercer mundo llevando bienestar común social y modernidad. Esto claro
depende en gran medida del tipo de proyecto a desarrollar, finalidad ó destino, así
como, el cliente, capital, tipo de inversión, la equidad, transparencia de los
gobiernos y acuerdos con dichas empresas.
Por otra parte las empresas bien estructuradas y solidas que tienen como uno de
sus principios básicos el bienestar social y desarrollo de sus trabajadores (factor
humano), buscan un comportamiento armónico en un ambiente laboral cordial y
de lleno de equidad propiciando el trabajo en equipo en un ambiente de sana
convivencia. Estas empresas tienen principios básicos que generan una cultura
específica de trabajo. Es indiscutible la importancia de la empresa
para el bienestar de sus trabajadores, no solo en el ámbito de su trabajo, sino
también en la conciliación de la vida laboral y familiar.